En abril de 2021 competí en el Equipo Mixto de Freestyle en el Mundial de Goyang en Corea del Sur, y quedamos en 3er lugar, lo que nos hizo subirnos al pódium. Ver nuestra bandera en lo más alto, ha sido de las experiencias más gratificantes”.



Diego Alatorre Aliaga


Me llamo Diego Alatorre Aliaga, nací en el Estado de México, pero vivo en Nuevo León y formo parte de la selección Nacional de Poomsae. Tengo 19 años y he competido profesionalmente desde hace once, comencé a practicarlo cuando tenía 4 años de edad. Durante la pandemia participé en varios eventos en línea y gané varias medallas en otros países.


Dentro del taekwondo existen varios estilos, al principio hice combate, y TK5 que es combate por relevos, pero después me especialicé en Poomsae, mejor conocido como formas (o katas) y ahora lo que más me gusta es el freestyle, que combina las formas con acrobacias al ritmo de la música. Además, practico tricking para fortalecer mis elementos de acrobacias. Es una modalidad muy dinámica.


Mis papás me metieron a taekwondo porque veían que tenía mucha energía y buscaban una actividad que me ayudara a canalizarla. Durante esa búsqueda también practiqué natación y Kung fu porque quería acumular el mayor número de cintas negras en todas las artes marciales posibles, después vi que era muy difícil especializarse y tuve que enfocarme solo en el taekwondo.




Siempre estoy buscando aprender algo más. He tomado muchos cursos, tanto académicos como deportivos. Practicar taekwondo me ha dado la oportunidad de viajar a Corea varias veces gracias al apoyo del gobierno de mi estado.


El balance entre mis entrenamientos, la escuela y mi vida personal es difícil, pero el esfuerzo vale totalmente la pena. Entreno 5 horas diarias o más, lo que hace a veces difícil no sentirme cansado, pero tengo que buscar tiempo para hacer mis trabajos y tareas.


Disfruto cuidar mis hábitos. Elijo lo que como, busco que sean alimentos nutritivos para que me den la energía que requiere mi cuerpo. Casi no ingiero dulces, botanas o chatarra e intento hacer varias comidas al día, aunque sean pequeñas. A veces he tenido que sacrificar asistir a fiestas o eventos familiares, y es feo no poder ir, pero cuando ganas una medalla, te das cuenta que los sacrificios valen la pena.


Estoy preparándome para los selectivos de los Juegos Centroamericanos y del Caribe. Mi modalidad de práctica aún no entra en los Juegos Panamericanos, pero si llegan a incluirla me encantaría participar y por supuesto, también deseo volver a un mundial como el de Corea para buscar la medalla de oro.

Quiero ser un ejemplo para las siguientes generaciones. Y me encantaría dedicarme a algo que tenga que ver con el deporte, a ayudar a otros jóvenes y adultos a ver el deporte como una carrera, como un medio de vida.

Lo que sea que te guste debes hacerlo con pasión. Hay mucho esfuerzo y trabajo detrás de una medalla mundial. En mi caso, mi familia es mi fortaleza, ellos me han ayudado a recordar mi camino cuando llego a desmotivarme. Me gustaría invitar a más jóvenes a que persigan sus sueños, que no desistan en la primera caída y que se siempre se levanten.









Artículos relacionados