“Animación: Del sueño a la meta...”



Jorge Carlos Landín Cortés


Mi nombre es Jorge Carlos Landín Cortés, mejor conocido como Char Landín, tengo 25 años y soy originario de Tultepec, Estado de México.


Soy animador profesional en una técnica tradicional conocida como 2D, la cual consiste en dibujar cuadro a cuadro a mano alzada todos los materiales para elaborar un producto audiovisual como puede ser un cortometraje, película, etc. Para poder elaborar un producto con esta técnica se pueden llevar meses e incluso años de trabajo dada la precisión de la misma. Uno de los pocos estudios en el mundo que aún trabaja en 2D es el Studio Ghibli en Japón, creado por Hayao Miyazaki y a mí me emociona muchísimo poder crear y contar historias a través de los trazos que realizo, y así poder ver mis ideas materializadas en una pantalla, tal como los grandes animadores a los cuales admiro.


Mi interés por la animación surgió al ver caricaturas cuando era pequeño, y me preguntaba si algún día yo podría hacer algo así, pero no fue hasta que egresé de la preparatoria que realmente consideré estudiar animación como tal. Es una carrera poco conocida en México, pues la mayoría de los planes de estudios están dirigidos hacia la producción audiovisual en general o el diseño gráfico.


Además de aprender a dibujar muy bien, se requiere estudiar mucho en áreas como el guionismo, construcción escénica de las historias, psicología de los personajes, fotografía, e incluso abordar técnicas de animación como el stop motion.


Dedicarme a la animación fue todo un reto para mí, pues padezco Distrofia Muscular de Duchenne, la cual limita mi movilidad en brazos y piernas al 90%, sin embargo, con mucho esfuerzo y gracias al apoyo de mis padres he podido salir adelante en todos los aspectos.



Hace tres años tuve la oportunidad de concursar con un cortometraje llamado La Última Pieza, el cual ganó un reconocimiento por el primer lugar a nivel Ciudad de México y me encuentro trabajando en más proyectos para poder postularlos en concursos nacionales e internacionales. Ese cortometraje fue de mis primeros trabajos animados, también tengo otro llamado La Leyenda de Liukeng, el cual realicé con otros compañeros cuando era estudiante y me encantaría remasterizarlo.


Actualmente trabajo en un estudio de animación llamado Casa Anafre, donde estamos realizando una serie animada para un proyecto en otro país. Eduardo Rivas, con quien trabajo actualmente, fue ganador del Ariel hace dos años y eso es una motivación muy grande para mí. Otro gran ejemplo a seguir es Héctor Arellano, ganador de la Palma de Oro en Cannes por el cortometraje El Héroe, quien fue pilar en mi formación como animador profesional.


Una de mis grandes motivaciones es poder llevar a otros niños y jóvenes, animaciones con historias increíbles, tales como las que me atraparon a mí.


Si pudiera decirle algo a los y las jóvenes que lean mi historia es que hagan lo que aman, que nunca dejen de lado sus sueños aunque a veces parezcan lejanos y difíciles de lograr, es posible realizarlos si los convierten en metas.


Para ver el cortometraje: “La Última Pieza” de Char Landín , clic aquí.






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